martes, 23 de junio de 2015

PRIMITIVOS FLAMENCOS


Palacio de Olite, 23 de junio de 1450
 



-Pero señor, no es justo: no podéis pedirme que os abandone precisamente ahora, cuando más necesitáis el apoyo de los pocos que no se han pasado a las filas de vuestro padre.

-Al contrario, Gabriel, ahora es cuando más urgente resulta que salgas de mi reino...

-Haced memoria, don Carlos, os lo ruego. Os he visto gatear por a la sombra de los arcos de la galería, fabriqué todos los juguetes de vuestra infancia tal y como me pidió vuestra madre la reina doña Blanca -y nadie que lo viese ha podido olvidar el dragón que os construí en Tudela-. Pinté vuestras armas en las gualdrapas del primer caballo que montasteis, decoré la iglesia de santa María para vuestra boda, ¿y todavía queréis que me aleje de vos? Pero si sois como un hijo para mí...





-No, Gabriel: soy príncipe de Viana, heredero legítimo de los estados de Navarra y de Nemours. Y pensando en el bienestar de tu verdadero hijo, ese que ya abulta el vientre de tu mujer, es por lo que te pido que vuelvas a la tierra de tu padre, allá en el lejano ducado de Brabante. Todavía guardo buena relación con mi antiguo cuñado, el duque de Cleves, y tengo preparada una carta de recomendación para que no te falte trabajo en su corte. Estoy seguro de que tu trabajo le complacerá tanto como le gustó siempre a mi esposa Agnes. Pero ahora ella está muerta, y quizás no tarde yo demasiado tiempo en ir a hacerle compañía...

-No digáis, eso, por favor. Además, soy tan navarro como vos. Mi padre llegó aquí hace cincuenta años conmigo en brazos, y aquí se casó de nuevo con María de Maquirriain, que me trató siempre como si fuera su verdadero hijo. Mi propia esposa es tudelana ¿Qué se me ha perdido a mí en los Países Bajos? Ni siquiera dominaría su idioma si no hubiese tenido que emplearlo frecuentemente para traducir las demandas de todos los artistas y maestros de aquellas tierras que vinieron para construir este fabuloso palacio. Os confieso que sólo por presumir mantuve mi apellido en esa enrevesada lengua flamenca ¡No me expulséis de Navarra, por favor!

Gabriel del bosch pintor

-No lo entiendes, Gabriel: la Navarra que tú y yo conocimos está a punto de dejar de existir. Si no venzo a mi padre en la guerra que está por comenzar, él se encargará de borrar -con la furia que emplea siempre con quien no se le somete- cualquier vestigio de paz o de belleza que quede en el reino que refundó mi abuelo Carlos III. Un artista tan excelso como tú no tiene ya sitio aquí, igual que no lo tendrá muy probablemente un príncipe preparado para gobernar con justicia como yo.

-¡Pero puedo construiros ingenios guerreros como no hayan visto jamás!

-Sé que podrías. Pero desafortunadamente el tiempo de los juegos terminó. Ojalá tuviera yo que enfrentarme a un dragón como aquél que me construistes y no a un monstruo de carne y hueso como mi padre. Y me temo que los hombres salvajes que lo acompañan no son tampoco como aquellos peludos que dibujabas para mí cuando era un niño... 



No puedo salvar a todos mis amigos de esta locura que se avecina, pero al menos a ti sí que te he de otorgar mi último salvoconducto. No tengo derecho a permitir que tu arte muera conmigo. Si no otro, este ha de ser mi ultimo mandato en el trono que planean usurparme. Lo juro.



-Permitidme insistir, querido príncipe, y dejadme recordaros de nuevo que mi padre, Thierry de Bolduque, fue llamado por vuestros abuelos don Carlos y doña Leonor para que instalase en el portal del Chapitel el primer reloj de torre que se había de conocer en este reino. Yo mismo le sustituí, cuando sus cansadas piernas ya no le permitían subir tanto escalón, en el trabajo de dar cuerda cada día a su mecanismo. 
 


Cuando crecí y alcancé destreza manifiesta en el arte de la pintura y la escultura -formado en el ejemplo de tanto artesano de primer nivel como se concentró en aquellos años en Olite- decoré esa misma torre con una figura de San Jorge idéntica a la que se veneraba en la capilla del castillo, y que vuestra bendita madre y vos mismo me encargasteis. 




Sé por tanto que os inspirasteis en la historia de vuestro tío-abuelo el valeroso infante Luis, que según antiguas crónicas mató a un feroz endriago que atemorizaba aquel remoto país de Albania, que por derecho de sangre le pertenecía. Pues yo también quiero seguir su estela: dejad que, si no con el pincel, os sirva ahora con la espada en la mano...

Torre del Chapitel de Olite o Portalico del reloj hacia 1445



-Mi buen Gabriel... Tu maravillosa fantasía ha alimentado también la mía todos estos años, y algunos de los momentos más felices de mi vida a ti te los debo. Por eso siento que te debo también la posibilidad de seguir desempeñando tu noble oficio allí donde lo valoren tanto como lo he disfrutado yo. Piensa que en realidad no abandonas Navarra, que sólo te llevas lejos lo mejor de ella para que pueda sobrevivir su recuerdo en la memoria de los hombres. Te ruego que prepares inmediatamente tus enseres y los de tu familia, que no sé cuanto tiempo más podré sujetar ya a mis partidarios para que no respondan a las provocaciones de los de mi padre...

-Es la única orden salida de vuestros labios que jamás hubiese querido acatar, don Carlos....

Firma autógrafa de Gabriel del Bosch


-Un último favor, Gabriel. Cuando nazca tu hijo -allá en la industriosa ciudad de Bolduque-,  recuérdale siempre que fue engendrado en Navarra. Háblale de que viviste en un reino que no tenía igual en toda la Cristiandad, pues vivía en paz cultivando todas las artes mientras el resto de las naciones sufrían bajo el látigo de la guerra. Si los hados le son propicios, incluso puede que él disponga en el futuro de tanta imaginación y creatividad como tú; porque si llega a tener aún más, será siempre ensalzado por todos los amantes del arte que vivan en los siglos venideros. No tengo ninguna duda de ello...

ADDENDA

Jheronimus Bosch, llamado Jeroen van Aeken o Van Aken, y conocido como El Bosco o Hieronymus Bosch (Bolduque h. 1450 - enterrado en Bolduque el 9 de de agosto de 1516), fue un pintor neerlandés.

Jeroen van Aken nació probablemente alrededor de 1450, quizá el 2 de octubre, y muy probablemente en la ciudad flamenca de 's-Hergogenbosch, más habitualmente llamada Den Bosch, y en español, Bolduque, capital septentrional del entonces ducado de Brabante, actualmente integrado en los Paises Bajos...




Relieve procedente de la capilla de San Jorge, en el
palacio real de Olite

Atribuido a Gabriel del Bosch (c. 1442)
Hallado en las excavaciones de 1870 por Juan Iturralde y Suit

y restaurado por Capitolina Bustince
Colección particular

© Mikel Zuza Viniegra, 2015