viernes, 16 de noviembre de 2012

BARRUNTOS VI

Salón del arquero, redacción del diario "Arriba España"
Calle Zapatería nº 50 de Pamplona.
20 de septiembre de 1940, 6'25 h. de la mañana

-La verdad es que me sigue costando aceptar que este supuesto tesoro de los cátaros haya podido permanecer setecientos años oculto en el corazón del reino de Navarra, don Gabriel. Además, ¿quién o qué habría podido protegerlo todo ese tiempo? ¿O acaso cree usted que todavía, en pleno siglo XX, puede haber un núcleo de albigenses en Izagaondoa?


-No llegaría a afirmar tal cosa, Angel María, pues si bien es cierto que la gente de esos valles tiene en su buen carácter algo especial que los diferencia de la de otros lugares, yo no lo achacaría más que al maravilloso entorno en el que tienen la suerte de vivir. Pero también es cierto que éste permanece prácticamente inalterado desde el medievo, así que tampoco apostaría a que no hubiese podido sobrevivir allí -una vez que sus correligionarios fueron exterminados en el Languedoc-, algún tipo de círculo secreto mantenedor de tales creencias. En cualquier caso muy pronto, si estás de acuerdo, podremos salir de dudas, pues tenemos que poner esta extraña misión en marcha cuanto antes, en quince días a más tardar.

-¿En quince días? ¿Y por qué esas prisas? Digo yo que si este asunto lleva latente siete siglos, bien podría esperar unos meses o incluso unos años más...

-Bien hubiese podido ser, efectivamente, que todo esta cuestión permaneciese tan quieta como hasta ahora, si la Ahnenerbe no se hubiera mostrado, como vamos viendo, tan interesada en esta pista cátaro-navarra. Pero el MI 6 británico ya sospechaba de ciertos movimientos que se estaban dando en esta zona, recelo confirmado por una reciente noticia sobre los planes de protocolo de la Reichssicherheitshauptamt Oficina Central de Seguridad del Reich para los próximos dos meses: resulta que el 19 de octubre próximo el Reichsführer Himmler se detendrá en Alsasua de camino a Madrid, y aunque no sabemos si esta sorprendente visita puede estar o no relacionada con el Grial, pensamos que, por lo que pudiese ocurrir, es mejor adelantarse a una posible acción de los nazis para averiguar qué puede haber de cierto en las suposiciones histórico-legendarias del  obersturmführer Rahn.

-¿Y no pueden los ingleses confirmar si Rahn acompañará a Himmler en ese viaje?

-Ahí quería yo llegar, Angel María. Me temo que él ya ha emprendido otro viaje. Y uno del que no se vuelve jamás, pues aunque las autoridades alemanas han pretendido tapar el escándalo y no hubo reacción oficial alguna, el espionaje británico asegura que tras abandonar las SS, Otto Rahn murió en marzo del año pasado en insólitas circunstancias: congelado en la cima del monte austriaco Wilden Kaiser...

-¿Y a pesar de ello cree usted que las SS siguen interesadas en ratificar las ensoñaciones de Rahn?

-Lo que yo crea no es importante. El hecho cierto es que en Londres no están dispuestos a que los nazis se hagan con un posible elemento disuasorio que desequilibre todavía más en su favor la balanza armamentística  en esta guerra.

-Se me hace difícil pensar en el Grial como un arma destructiva, don Gabriel.

-No sé qué decirte. Quizás lo sea o quizás no. Puede que tan sólo sea la fuente de un poder de convicción en la Victoria como el de aquellos caballeros del siglo XIII que marcharon a Ultramar para recuperar la tierra donde había vivido Jesucristo. Ellos creían ciegamente en que si el Grial o la Vera Cruz eran mostrados en el campo de batalla, los enemigos huirían aterrados.

-Sí, y Saladino se encargó de demostrarles lo equivocados que estaban...

-Quizás porque aquél no era el verdadero Grial. Quizás porque éste estaba ya en Navarra, bajo la protección de otro rey cruzado distinto al de Jerusalén: su majestad Sancho VII el Fuerte.

-Está bien, aceptemos todas estas conjeturas y confiemos sobre todo en la información que le ha proporcionado el Foreign Office sobre la intención de viajar a España de Heinrich Himmler. ¿Cree usted que una visita de carácter diplomático como será ésta podría ir acompañada de un despliegue de soldados alemanes en Navarra? Podemos dudar de la cordura del Reichsführer, pero no de su inteligencia, y vuelvo a recordarle que España sigue siendo un país neutral, don Gabriel.

-Tu ingenuidad es verdaderamente digna del caballero Perceval, Angel María: no le hará falta ordenar despliegue alguno, porque los soldados alemanes ya están en Navarra. ¿Cómo has podido olvidarlo? Revisa el archivo de tu propio periódico y mira la portada del día 9 de julio de este mismo año. ¿Recuerdas? Lo escribiste tú mismo:

"...La ciudad les había llamado en el día más grande y alegre de su calendario familiar. Quería honrar a los héroes de la tierra amiga con la sencillez entrañable y cordial de los que hace tres años empezaron la salvación de Europa para los que ahora la están felizmente coronando. Mientras el Ayuntamiento obsequiaba a los jefes con un vino de honor, a los soldados les rodeaba en la calle la más viva y exaltada simpatía. Sobre los autos grises, avezados a la guerra, racimos de mozos ofrecían a los alemanes, sonrientes y llenos de estupor, el vino caliente y bravo de nuestra tierra. Más allá, al son de las gaitas, mozos con el gorro militar alemán y soldados alemanes con las boinas, los sombreros de paja y los rojos pañuelos al cuello, bailaban la jota más frenética y bulliciosa. Durante un día, sajones, prusianos, bávaros y turingios fueron pamploneses de corazón. El cariño es capaz de estos imposibles.
Donde culminó el homenaje fue en la plaza de toros, mientras el diestro Curro Caro les brindaba su mejor toro. Todos los espectadores en pie, les ovacionaron largo rato. Sonaban el Himno Nacional y el "Deutschland Deutschland Über Alles" y todo se puso a tono: el sol y la lidia, los corazones y el entusiasmo."

 -Pero son convalecientes, incluso están alojados en la misma ala del Seminario que sirvió como Hospital Alfonso Carlos durante nuestra propia guerra. No puede ignorar el convenio al que ambos países llegaron para que los heridos fuesen atendidos, salvaguardando las garantías de que no introducirían armas en territorio nacional.



-Antes que heridos son soldados, Angel María, entrenados para obedecer órdenes en cualquier momento, y ya llevan tres meses entre nosotros... Es cierto que no hemos podido ratificar nuestras sospechas sobre ellos, pues apenas salen del término municipal, pero creemos que el peligro principal viene de su comandante, el mayor Heinrich Strasser, un hombre muy cercano a Himmler, y que antes de alistarse fue profesor de literatura medieval en la Universidad de Leipzig. Sabemos que con la excusa de entretener su estancia, y aprovechando su cercanía actual al obispado, solicitó hace unas semanas que se le permitiera consultar y traducir a su lengua ciertos tomos del Archivo Catedralicio. ¿Adivinas cuáles son?

-No me lo diga. Los mismos que estudió Otto Rahn, ¿a que sí?

-Efectivamente. Por lo tanto el MI 6 cree que no podemos esperar más. La semana que viene, en diez días a lo sumo, doce hombres llegarán para ayudarnos a desentrañar definitivamente todo este enredo. Parece que se trata de un comando experimentado en todo tipo de acciones bélicas, pues se trata de minimizar todos los riesgos posibles, pero si no quieres seguir adelante, lo entenderé perfectamente...

-¿Abandonar ahora? Ni lo sueñe, don Gabriel, yo no me quedo sin saber qué hay de cierto en todo este embrollo medieval. Pero sigo sin comprender cómo pretende usted introducir soldados ingleses en territorio neutral...

-Se harán pasar por profesores y estudiantes irlandeses de la universidad de Dublín. De hecho, para no levantar suspicacias, volarán a Bilbao desde su muy neutral Irlanda. Contamos a nuestro favor con el absoluto desconocimiento de la lengua inglesa que padecemos por estos lares para que nadie repare en el acento de nuestros hombres, que de todas maneras supongo que serán de pocas palabras. El que tú domines a la perfección su idioma también nos facilitará mucho las cosas. Pero por si acaso uno de ellos será un verdadero irlandés. Sólo me han informado por encima, pero se trata de un tal Devlin. Un militante del IRA condenado a muerte por la Justicia Británica al que se le ha concedido la oportunidad de rehabilitarse participando en esta operación. Ya ves que tienen todo muy bien planificado...

-Sí, todo menos entender qué pintan en Pamplona doce profesores y estudiantes irlandeses, don Gabriel...

-Pues asistir a un ciclo de conferencias sobre erudición, bibliofilia y literatura en relación a un libro de reciente aparición que reúne precisamente esas tres condiciones: "El coqueto don Sancho Sanchez". ¿Te suena?



[Continuará...]

© Mikel Zuza Viniegra, 2012